Puede que tenga un olor bastante fuerte, pero así como desprende aquel potente aroma, también nos brinda demasiadas propiedades medicinales que curan diferentes aspectos negativos en nuestro organismo. El ajo tiene la facultad de germinar en pocos días y muchas personas cometen el error de botarlo a la basura. Lo ideal es consumirlo como si jamás hubiera germinado, porque justo en ese proceso sus cualidades se potencian al 100%, siendo muchísimo más beneficioso para nuestro cuerpo que cualquier otro alimento.
Además de ser mucho mejor su ingesta mientras germina, también puedes utilizarlo para plantarlo y cultivar tus propios ajos, de esta manera reduces un poco los gastos en este comestible y gozas de sus cualidades al momento de cocinarlo, ya sea para los platos de comida o en cualquier receta de medicina naturista.
¿Por qué es tan recomendado consumir el ajo cuando está en proceso de germinado?
Cómo todo ser vivo que evoluciona, está muy susceptible a entes externos que puedan dañarlo, tal como los microorganismos, bacterias, virus, animales e insectos, entonces, como un medio válido de protección, el ajo multiplica sus componentes químicos llamados fitoalexina. Esta sustancia es altamente tóxica para los insectos, sin embargo, no causa el mínimo daño en los seres humanos, al contrario, nos ayuda y beneficia en demasiados aspectos.
¿Cuáles son las propiedades del ajo germinado?
Si antes del proceso para germinar, el ajo es considerado como un excelente antioxidante, justo cuando comienza el trabajo de transformación de consumible a planta, cada una de sus cualidades se repotencian, incluidos los antioxidantes. Además, está científicamente comprobado que este alimento germinado puede incluso prevenir el cáncer debido a que los radicales libres producidos por la falta de colágeno y demasiada ingesta de alimentos graso, reproducen las células cancerígenas.
Los antioxidantes son los causantes de erradicar a estos radicales libres, reactivar las células muertas y evitar que estas se conviertan en un futuro en un cáncer que se propague por todo el cuerpo. Además, el ajo también posee azufre, lo cual es realmente bueno porque erradica cualquier problema relacionado con las arterias, desde su endurecimiento hasta las obstrucciones. Gracias a esto, podemos prevenir enfermedades cardiovasculares, colesterol y triglicéridos elevados y un grave problema con la glucosa.
Aunado a los anteriores padecimientos que puede curar el ajo cuando está en el proceso de transformación, también es un excelente candidato para hacernos bajar de peso, pues al controlar el colesterol puede actuar como un potente quema grasas e incluso agilizar nuestro metabolismo y digestión.
Ahora que sabes lo beneficioso que es el ajo germinado en tu sistema inmunológico, ¿Seguirás tirándolo a la basura? Esperamos que no, porque estás perdiendo la oportunidad de sembrarlo en tu hogar y de utilizarlo en cualquier receta para mejorar tu salud.
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